miércoles, 10 de mayo de 2017

El proceso de Convertirse en Mamá Múltiple





 Soy una convencida que la vivencia de la maternidad es un proceso, una transformación al igual que el gusano lo hace para transformarse en mariposa. El proceso comienza desde la gestación, desde que nos enteramos que uno o más seres vivientes habitan nuestro vientre.Es una especie de metamorfosis, donde las hormonas se disparan y comienzan a cambiar nuestra fisonomía y forma de mirar el mundo por completo.
    Aterrizar en el planeta maternidad por partida doble o más, es sencillamente una especie de Bing Bang en la vida de una mujer. Todo se revuelve, explota y transforma.
   Al menos así ha sido para mi. La llegada de mis hijas mellizas ha sido la experiencia más transformadora y maravillosamente intensa que me ha tocado en mis 42 años de vida.
     Embarazarse de 2 o más bebes a la vez no solo nos conecta con la felicidad de ser madre, también lo hace con el miedo, con el vértigo que produce lo desconocido, ese camino que no es el que camina la mayoría de las madres, que no es del que hablan en la mayoría de los libros y blogs de crianza. La maternidad múltiple es un mundo aún poco explorado, con poca señalética acerca de lo que sirve o no sirve hacer. Toda esa parte más romántica de los embarazos únicos a las mamás múltiples nos queda chico. La idea de un parto natural, sin anestesia, con lactancia materna exclusiva hasta los 2 años de vida, con porteo de nuestros cachorros una vez nacidos, es una historia que la mayor parte de las mamas múltiples no viviremos. No digo que por ahí no exista la súper heroína afortunada que pueda hacerlo, pero al menos no somos la mayoría.
    Los partos múltiples la mayor parte de las veces son vía cesárea, requieren de cuidados especiales,la panza crece mucho más de lo que quisiéramos estéticamente hablando, la  lactancia materna no siempre es posible, y cuando lo es, requiere de bastante sacrificio logístico por parte de la madre, el porteo también es posible, pero la mayor parte de las veces no es lo cómodo que esperamos.
   Las mamas de múltiples nos perdemos de la simbiosis propia de la diada madre-hijo, porque no somos 2, somos 3 o más.Siempre estamos al debe con alguno de ellos, porque quisiéramos dedicarle nuestro tiempo completo a cada uno por igual y no podemos.
     Pero no todo es de agraz en esta cruzada, hay también un montón de vivencias mágicas de las cuales las mamas de uno a la vez se pierden. Las mamas múltiples cuando nos vemos en la calle nos apoyamos, nos comprendemos, nos conectamos de inmediato con la otra. Jamás pasamos de largo al ver a otra mamá lidiando con dos o más a la vez. Somos una tribu en proceso de gestación, una manada especial, que caminamos juntas muchas veces sin conocernos muy bien.Encontrarnos entre mamas múltiples es como cuando un extranjero se encuentra con un compatriota en otro país, sabemos que hablamos el mismo idioma y eso nos hace cómplices desde ya.
        Mis hijas tienen 6 años y siento que si bien el camino no ha sido fácil, son por lejos lo mejor de mi vida. Sus vidas han llegado a cambiarme el orden de las cosas, a darme vuelta los parámetros acerca de lo que esta bien o mal. Me han transformado en una mujer apasionada, llena de energía, de amor infinito por ellas y el mundo. Porque no sólo las amo con locura a ellas, sino también la vida, los desafíos.
 
                Feliz día a todas las mamas!!! Pero en especial a las multimadres y a esa tribu de abuelas, tías y amigas que caminan a su lado apoyando esta súper labor.